Introspección
Cerati
Hoy es una noche de reflexión…de introspección.
Hace mucho que no hacia un balance como este.
Me miro muy adentro mío, observo mis patrones, me permito la
conciencia de mi misma y la aceptación de quien soy con mis defectos y
virtudes. Creo, en ese sentido, que aceptar el presente tal cual es, aun con
sus oscuridades del ser, es fundamental para lograr la sanación y la
trascendencia del alma.
En estos momentos me estoy conectando con el alma que mas me
movilizo en estos últimos años, Gustavo Cerati, al punto de quebrar en llanto
con su canción: Puente… “Cruza el amor, yo cruzare los dedos y gracias por
venir”. Desde que conecte contigo, con tus mensajes, nunca dejare de recurrir a
ti, pues en cada una de tus palabras me siento abrazada y comprendida,
acompañada desde el más allá por un ángel que estas guiándome al camino de la
conciencia, del arte y del amor.
“Adorado el puente…usa el amor como un puente. “
Carl Jung
En mi soledad, aprendí a estar acompañada, no solo por ti Cerati,
sino también por otras almas nobles como Carl Gustav Jung.
"Necesitamos más psicología, necesitamos más
entendimiento de la naturaleza humana, porque el único verdadero peligro que
existe es el hombre mismo y somos penosamente ignorantes de ello", diría mi
amado Jung.
Es algo que pienso constantemente, todo el mal del mundo lo
ha generado el humano a través de las sombras del ser que no se saben expresar,
no se saben elaborar, no se saben sanar.
En mis análisis psicológicos de toda la vida (mis actuales
27 años y medio) he descubierto que el mal esta radicalmente anclado en miedos
primordiales: al rechazo social, a la discriminación de cualquier índole, a perder la vida, a perder la cordura, a
perder el poder, a salir de la zona de confort establecida por parámetros socioculturales
y como he hablado en un escrito anterior, a lo inculcado por los encargados de
la crianza.
Quise ser médica, quise ser psicóloga, quise ayudar a las
personas pero la vida me fue llevando por otros rumbos más inesperados,
sorpresivos, casi por inercia y en esa inercia del empuje de la vida me encontré
con el arte, la expresión sin verbo como la música o lo visual. Y con ello descubrí
que las personas necesitamos descargar todo lo que sentimos, todo lo que
pensamos de alguna manera, encontrar el espacio en soledad y en compañía para
ser quien queremos y sentimos ser.
Dejar de lado las mascaras, el ego. El ego es lo más
poderoso, es la cascara más dura que creamos en nosotros para “defendernos” del
mundo y en realidad es la expresión más cabal de todos esos miedos que mencione
antes. Al tener tanto miedo en el ser, se acoraza para evitar el sufrimiento
que sucederá al reconocer nuestras limitaciones y finitud.
Lucha de Egos
¿Cómo trascender el ego? ¿Cómo soltar ese querer defender
nuestro ser a toda costa y querer imponer incluso nuestra visión egotista de la
vida a la otredad?
Esa lucha de egos se genera constantemente, lo veo muy
reflejado en la relación con mi padre, donde ninguno reconoce sus fallas y se
genera un clima de hostilidad donde ninguno termina cediendo ni teniendo
beneficios algunos de ningún tipo, sino un dolor profundo para los dos. Solo
que la diferencia entre él y yo, es que me tomo el tiempo de observarme a mi
misma y pulirme a través de lo que veo en él y me genera el choque con mi
paradigma de realidad. El siempre es el “juez” de los demás, marcando errores y
creyendo siempre que los demás se equivocan y no se mira a sí mismo, eso genera
que yo me enoje porque no acepto que una persona este así de cerrada, además me
genera impotencia porque no sé cómo hacer para que el comprenda que está en
cualquiera.
Por mi parte no creo estar equivocada en mi forma de ver la
vida. Mis terapeutas me dicen que el esta criado en otra generación y me ayudan
a la tolerancia pero convivir a diario con una persona que transmite tanta
cerradez, tanto rencor por la vida, tanta agresión, en algún punto contagia y
es difícil ver con claridad el panorama.
Ya entendí que él es la sombra que debo aprender a amar y
aceptar, pero es lo mas difícil que me paso en la vida. Mas estoy segura que aprenderé
a verlo de otra manera en la distancia, cuando pueda vivir a mi gusto, en un
clima de paz y amor, de contención, de compañía de mis seres amados.
Como conclusión, creo que mantener la objetividad, el verse
a si mismo fuera del contexto de la lucha de egos, como en este discernimiento
escrito que estoy haciendo, es que uno puede liberar los demonios entrelazados
en esa lucha y ver con claridad que es lo que realmente nos molesta del otro y
por que.
¿Qué hace que no podamos amar a quien no camina del mismo
modo que uno? ¿Cómo hacerle llegar ese amor a ese ser en pena que lucha por
defender su zona de confort a toda costa? ¿Cómo evitar la lucha que quiere
generar el otre?