Deje de creer en lo espiritual como dogma, no sé si hay algo mas, no lo puedo verificar de ningún modo, solo se una cosa, que estoy viva aquí y ahora.
No tengo respuestas de nada. Si me preguntas lo que sé, no te puedo responder. Dudo incluso si esto es lo real o quizás mis sueños sean la verdad.
No creo en la fachada del amor, ese amor que se muestra como transparente pero termina siendo una máscara mas para encajar, para ser aceptado en este teatro vital.
No creo que viajando sea el modo de obtener respuestas, más bien a veces parece un escape, el viaje que vale es hacia adentro porque es lo único que poseo y manejo. Por mas viaje que se haga en el afuera, nada proporcionara si no estoy conectada con mi ser interno.
No creo en la religión, es una herramienta de control. Leo los libros religiosos mas en ellos se plasma un montón de ficción. Creer como real lo ficcional me parece insensato e insano.
Deje de creer en la vida hippie, porque lamentablemente se vive en capitalismo y es necesario contar con dinero si se quiere modificar la vida de otras personas. A veces el anticapitalismo juega en contra porque quita el poder personal para influenciar sobre la realidad.
Ya no creo en los astros, en el tarot, en los registros akashicos, en el reiki, en las canalizaciones ni en las drogas naturales como medicina. Creo que son un juego como la religión, un juego de ficción para tratar de llenar ese vacío interior que siempre pide por más porque no se puede tolerar.
Deje de creer en que podía practicar el poliamor, el amor libre porque descubrí que soy monógama si me enamoro de alguien, y que me la quiero jugar solamente por una persona porque también entendí que el tiempo es limitado como para vincularme sanamente con muchas personas al mismo tiempo. Prefiero un solo vínculo y que funcione, a intentar mantener varios que me terminen destruyendo más. Aunque en el mientras quizás me considero más como una anarquista relacional, siempre protegiendo y cuidando de no lastimar a nadie en el trayecto, porque aprendí a cuidar los vínculos. Si algo aprendí con amor libre y haciendo terapia, es que hay que cuidar a las personas que nos rodean.
Deje de creer en que tengo el poder de cambiar la realidad del mundo, soy una hormiguita más de este inmenso lugar espacial. Primero me tengo que cambiar a mí misma, aceptarme y amarme ante todo y eso ya lleva bastante tiempo.
Deje de creer ciegamente en las personas pensando que van a cumplir mis expectativas derivadas de mi propia soledad y la necesidad de llenar esos agujeros que por mi misma no puedo completar.