Esperaba ansiosa al amor de mi vida, aquel con quien
compartiría cada una de mis experiencias, de mi vida. Mi alma gemela. Eso
esperaba, y estaba ansiosa por su llegada. Sabia hasta la fecha, había hecho
radestesia y le había preguntado al cosmos cuando conocería al amor de mi vida,
y ese dia lo conoci. Dude al principio, no sabia que hacer, pero afloje y me
entregue, le di mi alma mi corazón, mi compañía. Queria hacerlo feliz, estar
siempre a su lado pase lo que pase. En ese momento creía que duraríamos no mas
de cuatro meses porque creía que tenia una maldición o algo asi, mis anteriores
parejas no habían durado mas que eso, asi que ya me anticipaba a lo poco que
iba a durar, pero el me banco, me ayudo a atravesar esas tormentas. Y me sentía
comprendida, valorada, acompañada. Lo era todo para mi. A un punto que estaba
totalmente ciega, lo admiraba, no le veía ningún defecto, era la perfeccion
hecha carne.
Sin embargo esa ceguera me impidió ver, que yo antes de conocerlo
era como un pájaro que volaba libre en busca de su otro pájaro compañero,
cuando de pronto en ese anhelo tan ciego fui enjaulada pero yo creía que seguía
volando, y no, mi vuelo era controlado, manejado, manipulado totalmente. No era
otro pájaro como yo, era un humano que me había apresado, omnubilado porque le
encantaba el brillo de mis alas, el color de mis pupilas. Se hizo pasar por
pájaro cuando no lo era.
Paso tanto tiempo, que mi esencia se fue muriendo poco a
poco. Como cualquier animal en un zoológico, que no esta en su hábitat, su
chispa divina se apaga. Mi brillo se apagaba cada dia mas y mas, pero este
humano que no se daba cuenta que el teniéndome en prisión lograba que mi muerte
sucediera cada dia, me culpabilizaba y me castigaba por no poder brillar. Y yo
me sentía mal, porque no podía ser que para el no pudiera brillar. Tenia que
hacerlo, pero no podía, estaba atada, totalmente atrapada. Tuve mis intentos de
escape, pero otra vez era atrapada. Sentia que me moria, me faltaba el aire, mi
cuerpo estaba rigido. Y yo seguía pensando en por que mi compañero se encargaba
de hacerme sentir culpable en vez de ayudarme a brillar.
Me escape. Como pude, con las alas un poco rotas y opacada.
Me encuentro con un pájaro que también estaba herido, pero se hacia el águila
superadora de todo, y era un pichon. Pero al menos ya había salido de esa
prisión, era un paso importante. Me había dado cuenta, un poco tarde, estuve al
borde de mi muerte. Otra vez después de tanto tiempo veía la libertad, mi nuevo
amigo, el pichon queriendo ser águila, me hizo ver un mundo nuevo, una realidad
que no había visto nunca, y me espante. Al menos estaba con un pájaro como yo,
aunque maltrecho, todavía yo no podía arrancar mi vuelo, estaba un poco
atareada, asi que lo seguía a el que parecía tenerla mas clara que yo, confie.
Sin embargo cai en su trampa porque eran pajaros que ya no iban a poder volar,
que estaban atados a Tierra, solo podían caminar y a veces ni eso. Y cada vez
que quería volar, me maltrataban, lastimaban mis alas, para que siga con ellos.
Quizas era la envidia, o quizás su miedo a la soledad, hoy no lo se.
Nuevamente me moria. Habia engendrado un huevo, iba a ser
mama. Pero como iba a permitir que mi bebe surgiera en un mundo donde no
pudiera volar, con una mama maltrecha, apagada. Quien le enseñaría a volar?
Quien le daría el alimento en sus comienzos mas frágiles? Con que fuerzas lo
iba a poder proteger de los demás? Con todo el dolor del mundo, tire lejos ese
huevo, y no quise ver como se destruía.
Esas esperanzas de encontrar a mi compañero, a mi pájaro blanco como yo,
eran inexistentes. Todo en mi estaba muerto.
Vagabundee lejos de aquel pájaro maltrecho que había
empeorado mis condiciones, que se había aprovechado de mi debilidad. Y un
humano que me vio ahí tendida, me dio de comer y beber, pero como ya sabia como
eran los humanos, asi de traicioneros, seguro me meteria en una jaula otra vez,
y me escapaba como podía, pero venia y me cuidaba. Estaba paranoica y miedosa,
sin embargo me abrazaba, me daba afecto, me decía palabras bonitas, y me decía
que deje el pasado atrás, que solo la luz me esperaba, que debía brillar, que
la vida es maravillosa y que si me animaba a volar con mis compañeros me iba a
encontrar.
No le crei en ese momento, pero gracias a su cuidado mis
alitas sanaron, aunque había perdido la capacidad de vuelo. Me costo mucho
volver a tomar vuelo, recordar como era confiar en mi propio poder, mi propia
capacidad, parecía que se me había borrado del cerebro. Aun asi de alguna forma
empece a volar, y me chocaba una y otra vez con las paredes, con los arboles,
muchas veces cai al suelo. Pero recordaba a ese humano que me hacia confiar en
mis capacidades. Por momentos brillaba y otros me opacaba. No busque mas a ese
pájaro blanco, sabia que tenia que existir, pero no importaba eso, importaba
volver a ser yo, poder hacer mi vuelo, retomar mi camino, o bien construirlo
sin importar si era la única que quedara de mi especie.
Conoci a muchos pajaros en ese proceso, pero eran de
diferentes especies, y cada uno tenia su vuelo, asi que solo nos comunicábamos
conocimientos mutuos y por un breve tiempo nos hacíamos compañía. Ya a esta
altura era yo y poder volver a brillar como alguna vez lo hice…ya no recuerdo
incluso si alguna vez brille, pero creía en ese humano que me cuido.
A medida que mi confianza en mis capacidades volvían a
resurgir, me encontraba con otros pajaros que eran tan libres como yo, algunos
sumamente admirables, que hacían piruetas en el aire como ningún otro pájaro
había visto. Por momentos me frustraba al verlos, porque yo no era capaz. Y
otra vez empezar a confiar nuevamente en mi. Asi hasta que lo vi, al pájaro blanco
que brillaba, me miró y se freno en su vuelo. Nos miramos, eramos de la misma
especie, solo que el brillaba y yo no.
Lagrimas corrian por mi rostro y volaba lejos pero me
alcanzaba nuevamente. Como iba a poder confiar con todo lo que me había pasado,
no quería volver a una prisión ni estar en una ilusión.
Ademas ya no lo
buscaba, no se que hacia ahí. Quizas era un embustero también. Aun no lo se, pero desde ese dia, poco a poco
volvi a brillar, me anime a seguirlo, con mucho miedo, a veces lo perdia de vista,
y me perdia un poco, me opacaba nuevamente porque aun sola no podía hacerlo, o
si, quizás si, por momentos desconfiaba, era demasiado perfecto para ser
real…sospechaba y buscaba descubrir si era de verdad o no, y cada vez que lo
hacia me sentía mal porque recordaba mi pasado, no me permitia brillar como el
lo hacia tan natural y despojado de todo temor…y cuando me veía asi de opacada,
de pronto aparecia y con su luz el me contagiaba.
Aun tengo mis heridas, aun no brillo como quisiera, aun
tengo miedo de volver a caer en trampas ajenas, aun me pierdo por momentos,
pero cada dia me encuentro mas y mas. Y asi poco a poco, me estoy animando a
volar.