Con daicon deje de salir pero me meto en anicomics otro foro con quienes empiezo a salir y conozco a Lucrecia la que se convertiría en un tiempo mi mejor amiga y la única con quien compartir mis flashes. En el proceso de salidas con los chicos de anicomics conozco a mi tercer pareja: Juan Ignacio Quinteros. Sin embargo yo tenía muchos ataques de pánico y agresividad cada vez más incontrolables a pesar de estar en ese momento con un nuevo psicólogo del Ameghino que ya poco recuerdo porque no fue algo que me marcara demasiado. Juan se cansa de mi y me corta mientras leo que escribe con otras personas en el chat del foro que soy una fanática religiosa (yo era seguidora del espiritismo entonces). Mi visión espiritual chocaba con la lógica de Juan.
Con Lucrecia nos empezamos a ver más cuando corté con Juan y me apoye mucho en ella. Ella creía en todo lo espiritual y un día vamos a un parque y me enseña a canalizar la energía de los árboles y el entorno. Es como que yo podía "leer" la energía que recibía. Recuerdo una escena que estaba un señor mayor y yo sentía adentro ganas de abrazarlo porque "veía" que se estaba por morir. Me empiezo a meter más en lo que era Reiki y entre a foros para iniciarme en el a distancia con paradharmadas. Ella me enseñaba a interpretar las señales de otra manera, como si el universo nos estuviera hablando y yo creía en todo eso y recordaba a Emma que había sufrido mi desprecio por sus creencias y yo estaba en el lugar de el en ese momento.
Hubo, tiempo más tarde, un último encuentro con los chicos de anicomics en donde tuve un ataque de pánico y me desplazaron y discriminaron porque yo decía "sentir mala vibra" de unas personas que yo creía que estaban llenas de oscuridades o demonios adentro. Me tomaron de loca y lo más triste es que me decían que yo hacía teatro para llamar la atención.
Paralelamente tenía un dolor muy grande porque tenía ataques de agresividad con mi viejo con desvanecimientos casi con convulsiones que eran horribles. Y el no tomaba en serio lo que me pasaba, también el me decía que yo hacía teatro y eso me ponía cada vez peor porque yo realmente me sentía muy dolida. No estaba mintiendo. Y yo cuando empecé a creer en Jesucristo y las energías me empezó a decir que era una fanática religiosa.
En todo este trayecto me sentía bastante sola y discriminada nuevamente en mi vida. Entonces a raíz de esa perdición y no encontrar un norte a nivel afectivo, empiezo a recurrir a tarotistas. Recuerdo con asco a Luis Montenegro que me manoseaba con la excusa de que así me iba a sacar las malas vibras e iba a encender mi sexualidad en ese momento apagada. Sin embargo yo seguía creyendo que había algo más en todo este circo, que tenía que haber algo más. Decido cortar la terapia del ameghino y manejarme por mi cuenta porque la espiritualidad cada vez era mayor y me quise apoyar en eso. No veía una solución en mi dolor sin embargo y sentía que perdía el tiempo yendo a terapia.
Con el apoyo de Lucrecia empiezo mi primer búsqueda laboral. Después de un par de entrevistas entre a trabajar como telemarketer en sprayette. Estaba super emocionada y tendría mi primer dinero. Me compré el mazo de tarot marselles para empezar a aprender y la play 2 que tanto anhelaba desde hacía muchos años antes.
Mientras tanto esto sucedía salía con Hugo Heinze un chico que conocí en una salida con ciertos vínculos que me quedaban de daicon..empezamos a hablar mucho y me terminó enamorando de el. Aunque el me mencionaba bastante a la ex y eso me ponía mal. Yo lo invitaba a todos lados porque tenía mi dinero y el no tenía empleo pero el vínculo no funcionaba sanamente. Lo que si recuerdo es que jugaba mucho con la telepatía, hacíamos juegos donde yo pensaba algo y le hacía preguntas sobre lo que yo veía en mi mente y tal cual se daban las coincidencias. Entonces más creía en lo espiritual y pensaba que el era el amor de mi vida y por eso teníamos tanta conexión espiritual. Me dolió demasiado que no lo fuera...No lo podía aceptar, el me terminó dejando porque salí con shinto un día, un chico que el detestaba. Me desespere, le hice un pasacalles pidiéndole perdón pero nada, no había arreglo.
La última vez que lo vi fue en mi cumpleaños 19 donde tuve un ataque de agresividad incontrolable y le tiraba golpes, y como quería que vuelva conmigo le amenaze con que me iba a suicidar y termina todo en el hospital piñeyro con la policía de por medio llamando a mis padres para que me vayan a buscar. Y eso es lo último que recuerdo de Hugo.