Antes de hacerme el kambo tenía muchísimo miedo porque no sabía con que me iba a encontrar. Era una experiencia totalmente nueva para mi. ¿Me ayudaría a mejorar o No?
Me hablaron de la panema...que son los obstáculos que se interponen entre el yo presente y la mejor versión posible de uno mismo. Y con el kambo se podía disipar todo ello para obtener claridad interior y enfoque por lo tanto. Además generaría una purga física con vómitos y diarrea para liberar de toxinas al cuerpo.
Me decido por hacerlo. Me dieron 2 litros de agua para tomar previamente y una vez terminado comenzaría la ceremonia. Me quemaron primero la piel en la pierna derecha cerca del tobillo y luego me pusieron unos botoncitos donde estaba el veneno de rana phylomedusa bicolor.
Los efectos no tardaron en aparecer. Sentí un calor en el cuerpo que me subió a la cabeza, parecía que me iba a quemar. Mis brazos se empezaron a sacudir. Aunque no tenía síntoma de querer vomitar todavía. En un primer momento quería que terminara, sentí que se acabe todo pero después me entregue al momento y me abrace a ello. Fue entonces que llegó el rape de la mano de gon, y fue automático que empecé a vomitar el agua que había ingerido momentos antes con su respectiva espuma blanca y fragmentos amarillos.
Era un gran alivio. Luego me aplicaron rape en la otra fosa nasal y me ayudaron al vómito indicándome que tenía que poner dos dedos en mi lengua y así vomitar, tambien me pusieron en cuatro patas y me golpeaban la espalda la cual me ardía y dolía muchisimo. Automáticamente siento un revoltijo en los intestinos y necesite ir al baño. Luego de eso sentí una renovación en mi cuerpo y en mi mente mucha paz.
3er día luego del kambo. Lapsus de memoria. Me dormí una siesta, me costó despertarme y luego según mi mamá me trajo la merienda a la cama la cual comi. Hecho que no recuerdo en lo más mínimo.
5to día consecutivo de tranquilidad interna y bienestar. Ayer pase por sombras emocionales que querían proyectarse en el otro pero al final terminó ganando el amor y la luz.
Después de casi un año de esta medicina me encuentro con que aún tengo que resolver cuestiones de mi ser pero siento que estoy trascendiendo un nivel que antes no me había animado. El dejar las pastillas psiquiátricas para siempre y confiar en mi propio poder interior.
El kambo me hizo amigarme con las plantas maestras y mi espiritualidad. Así que estoy muy agradecida.
Gracias a Gonzalo sierra que me proveyó de esta medicina he reprendido a ver la vida de otra manera

No hay comentarios:
Publicar un comentario