Observa el reloj. Mira la ciudad mientras camina. Piensa que hacer con su vida. Esta preocupado. Sabe que el tiempo pasa y no lo esta sabiendo aprovechar. Cuarenta años de vida sin un hogar formado, sin una economía solida.
Gran parte de si lucha por tapar esa realidad. Practicamente nunca medita ni se detiene a reflexionar sobre su vida. Sale con sus amigos,con familiares, va a cursos, ensaya con su banda, practica canciones, dibuja,piensa en historias que la mayoría de las veces no se materializan. Sabe que tiene potencial pero nunca se propuso a liberarlo del todo.
¿Qué espera para hacerlo? ¿Qué espera para triunfar?
Quiere hacer de cuenta que es un adolescente eterno pero todavía no se dio cuenta que ya es un adulto. No se hizo responsable de sus propias capacidades. Opto por el camino fácil y relajado.
Mientras su vida pasaba veía como quienes le acompañaban iban formando su vida, su familia, sus proyectos mientras el hacia su vida solo, sin hijos, sin una compañera de vida, sin nadie que lo controle ni que le haga ver si actuaba bien o mal. Solo vivía para si mismo, para distraerse de si. No quería reconocer el vacio que habitaba en el. Queria sentir constantemente esa magia juvenil, esa energía del “Nada me importa, soy feliz asi” aunque bien sabe en su interior que es tan solo una coraza que tapa lo que hay en el fondo de su corazón.
No se proponía algo serio. Muchas chicas se acercaban a el,dado que era bastante atractivo además de ser artista, cualidad que llamaba mucho la atención. Querian estar con el, pero el solo tenia sexo con ellas,hasta que el o ellas decidieran terminar ese affaire. No podía amarlas. Aunque en realidad el no estaba dispuesto a amar. Entregar su amor, significaba exponerse a si mismo, y por consiguiente tener que enfrentar la oscuridad que lo consumía y le impedía brillar en todo su esplendor.
No quería comprometerse. No estaba dispuesto a llevar encima la responsabilidad de construir y mantener una relación a largo plazo.
Nunca pudo amar, porque tampoco se podía amar a si mismo.Mas pasaba el tiempo, y mas se rechazaba, porque sabia que si seguía comportándose asi, su vida se evaporaría sin dejar ninguna huella, sin dejar un legado, que seria un simple ser humano mas. Ese desprecio a si mismo, generaba que su vida se desarrolle desde lo mas superficial de el y no pudiera brindarse a la magia del amor, de la vida, a la entrega hacia lo mas hermoso que es compartirse con alguien.
Pero si no se esforzaba por mejorarse a si mismo, por tomar riendas de su vida y luchar para triunfar en todos sus aspectos personales muchísimo menos lo podría hacer de la mano de alguien. Tenia que empezar por el, reconocerlo y apresurarse a trabajar en ello porque el tiempo vuela, y su destino junto a él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario