domingo, 12 de marzo de 2017

Poliamor

El poliamor es un concepto contemporáneo que se refiere a una configuración afectiva en donde un individuo elige o siente amar a más de un  ser manteniendo estos vínculos en un marco de libertad y consenso con cada una de las partes.

La manera en que se desarrollan estos vínculos puede asimismo ser de diferentes características lo que deviene en una segunda caracterización: el poliamor propiamente dicho, el poliamor jerárquico y el poliamor autónomo.

El poliamor propiamente dicho no distingue entre vínculos principales y secundarios como si sucede en el jerárquico en el que se diferencia un vínculo primario de uno secundario ya sea por los afectos diferenciados o bien por la cantidad de tiempo dedicado a cada uno de ellos. El poliamor autónomo, por tanto, es aquella configuración afectiva que remite a la importancia de amarse a uno mismo principalmente, generando una especie de poliamor jerárquico donde el vinculo primordial es uno mismo y desde ese sentir partan los demás vínculos que no tendrían la misma carga afectiva ni temporal.

Es importante tener en cuenta que estas configuraciones afectivas no son estáticas, sino que dependen de las etapas en las que se esté viviendo por lo cual en un momento en particular se  puede ser poliamor autónomo y luego podría modificarse a poliamor jerárquico.

Remitiéndome a mi experiencia personal, para contextualizar este marco teórico ante descripto, debo confesar que actualmente práctico el poliamor autónomo. Conocer esta configuración me permitió darle un nombre a mi proceso de crecimiento personal que consistió en empezar a valorarme como persona y dejar de necesitar dar mis afectos hacia afuera mio para recibir a cambio una respuesta de amor hacia mi. Pude desprenderme de la dependencia emocional que generaba en mis vínculos monógamos practicados anteriormente como así también elaborar mis inseguridades personales que llevaban a sentimientos de celos y posesión, lo cual generaba conflictos en mi y en los demás. Logre quebrar con la estructura cultural heredada de que sólo se debe o puede amar a un individuo, naturalizando y aceptando que puedo amar a más de una persona.

Como conclusión personal, amarse a uno mismo es fundamental para elaborar vínculos sanos se elija o se sienta una configuración poliamorosa o monógama. Desde ese amor logrado se puede amar al otro sin generar expectativas o posesión, simplemente amando tal como es al otro en su libertad permitiendo que sea lo que es aquí y ahora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Licencia Creative Commons
Siendo Conciencia por Jessica Gherscovic se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.