No basta con confesar nuestros pecados ni admitir nuestros errores. No debe quedar solo en un perdón o en perdonarse a uno mismo como para limpiar el karma y luego continuar tropezando con la misma piedra una y otra vez.
Una vez que tomamos conciencia de nuestros errores, de nuestros pasos equivocados por el sendero
de nuestra vida, debemos cambiar la manera de actuar. Utilizar esa experiencia
adquirida para la práctica diaria.
No se trata de martirizarse al recordar nuestros errores
tampoco, sino tomar lo positivo, y usarlo como un empuje para mejorar nuestra
vida y no sufrir una y otra vez las mismas situaciones.
Hay que aprender y aprehender rescatando lo mejor del dia.
Tomate aunque sea diez minutos por día para hacer un balance de todo lo vivido,
realizar un mea culpa y limpiar el corazon de asperezas, darnos un momento a
nosotros mismos para liberarnos, perdonarnos y asi poder rectificar nuestra
vida para ser felices y estar en paz.

No hay comentarios:
Publicar un comentario