Fuerza que pujas por salir como si un hijo fueras. Quieres ver la luz, quieres desprenderte de los obstáculos que se interponen entre la realidad y la idea de tu realidad.
Quieres abrirte a un mundo nuevo, dejar atrás lo viejo. Quieres olvidar todo y empezar de cero pero sabes que eso no es posible, la mochila de cargas es muy pesada y quieres entonces soltar todo y escapar. Quieres irte, irte lejos, en un cobijo emocional pero sabes también que hacer eso seria rendirte a las reglas de juego que hay que atravesar para trascender.
Se hace intenso el dolor, esa opresión que generas en mi cuerpo. Ya no puedo contenerte, me traes caos, me traes dualidad, me traes angustia y desesperación.
Hormonas enloquecidas del cuerpo, deshaciendo toda mi consistencia sin permitirme la estabilidad que requiero. ¿Qué me estas queriendo decir? ¿Qué debo hacer?
Mientras estoy navegando en este caos, en esta locura, me abrazo al mantra Nam Myoho Renge Kyo.
Pienso a mi amado que no se materializa pero ya no quiero depender de cuando se dará, de cuando se desprenderá de mi mundo mental. De a poco me hago una imagen donde mi yo es autosuficiente y puede valerse por si mismo en esta realidad sin importar si esta acompañado o no. Eso es amor libre, eso es poder tener criterio al momento de formar un vinculo sano y duradero, no estar pendiente de que otro te rescate del pozo, sino salir del pozo e ir en busca de ese ser que también esta intentando salir o ya salió. De eso se trata, la no dependencia.
Aun no sali de mi pozo, no he salido de aca, no he parido esta realidad, pero estoy en eso. Y cuando eso suceda, alcanzar el infinito será la próxima meta.

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