La llanura se expande en todas las direcciones. Mis pies descalzos sienten el rocio húmedo del suelo y la textura del pasto haciéndome cosquillas. El viento suave acaricia toda mi piel. El sol ilumina mi cara, le da calor a todo mi ser.
Siento en cada latido, en cada respiración el milagro de la vida. El milagro de sentir. Me maravillo como si todo fuera nuevo, como si fuera la primera vez que lo siento. Toco mi piel, lo siento real, me siento real.
Es tan simple y tan misterioso al mismo tiempo. Se siente tan hermoso que pensarlo le quitaría la sensibilidad. No tiene sentido alguno preguntarse por qué o para qué. Simplemente es así, es lo que es. No hay otra cosa mas que esto. Soy, estoy, siento. Eso es todo.
En cada inhalación siento la vida recorrer cada región de mi cuerpo. No tengo que luchar, ni esforzarme. Todo sucede de manera natural. Impedir este proceso, seria ir en contra de lo que es y por tanto limitar la vida que late en mi.
En esa paz, en ese agradecimiento profundo con lo que es, me cruzo con tus ojos mirándome. Veo en ellos esa transparencia que hace que te conozca sin necesidad de palabras, esa profundidad con la que parecieras que ingresaras adentro mio. Y aunque estemos en dos cuerpos, en ese momento nuestras almas conectan haciéndonos uno, porque al mirarnos ya no hay apariencias, no hay envase, no hay careta, es nuestra esencia.
En esa danza de la vida, de mi vida, la tuya, la nuestra. Nos entregamos al amor mas bello que pueda existir, totalmente libre, natural. Eso es amor. ¿Qué otra cosa podría ser?
Asolarán tormentas, en algunas partes habrá terremotos, habrá bichos y parásitos, habrá enfermedad y muerte. Claro que sí, es el ciclo de la vida, es parte. Mas aun asi no vale la pena el gozo de ese instante, de ese momento de conexión con la vida, sabiendo que todo pasa, lo bueno como lo malo, que nada es eterno, que todo se transforma, que nada permanece estatico, ni la mas dura roca que con el tiempo se erosiona, ni el árbol mas longevo que eventualmente morirá.
Veo ese caos, se que existe y está en el afuera y en mi. Pero sobre todas las cosas veo la Luz, la Vida, el Amor. ¿Acaso sacar belleza de este caos no es virtud?
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